CARTA AL SR. OBISPO

Ilustrísimo señor, Rafael Zornoza-Boy, Obispo de la diócesis de Cádiz y Ceuta:

            Nuevamente, me dirijo a usted Mons. Rafael. Segunda carta que le envío, ya que la primera ha sido desatendida, como desatendidos estamos siendo los jóvenes de nuestra Hermandad.

            Dígame Mons. Rafael, ¿Qué hay que hacer para poder hablar con usted? ¿Ir al obispado de Rodillas pidiendo perdón? ¿Pedir perdón, sonrisa de oreja a oreja y que continuéis con vuestra injusticia?

            Además de desatendidos, Mons. Rafael, nos habéis prohibido montar el Belén, algo bastante injusto e increíble, inconcebible para un Cristiano. Se acercan fechas muy importantes para todo creyente de Cristo y queremos seguir, deseábamos seguir con una tradición importantísima, a la vez que bonita y cargada de significado,  para toda persona que ama a Cristo, como es el Belén. Pero tampoco vale, esta iglesia de Cristo, prefiere cohibir jóvenes e impedir continuar con una tradición, porque “puede molestar al otro lado”. ¿Qué otro lado? ¿Ese lado que desde el Obispado estáis Creando? Que por cierto, a cuenta de ese otro lado, ¿Dónde estuvo para el montaje de pasos? ¿Dónde están los domingos en misa? ¿Dónde están para realizar los Cultos a nuestros sagrados titulares?  ¿Se han interesado por el Belén quizás? Sinceramente pienso que aunque la Hermandad, esté en el estado que está, creado por ustedes, debemos todos seguir trabajando por ella. Por Cristo.

            Lo único que sacamos de esto, Mons. Rafael, es que ser buenos Cristianos es estar calladitos y siendo el comportamiento a seguir el de muchos en nuestro pueblo, ser “sacapasos” , que le demos un par de vueltas y mecidos a los santos en Semana Santa y hasta el año que viene. ¿Eso es ser Cristianos?

            Me pregunto Mons. Rafael, qué hubiese pasado, si Cristo no hubiese defendido a la prostituta cuando iba a ser lapidada. Si Cristo no se hubiese rebelado contra las normas de su época, ¿Que hubiese pasado? A día de hoy, los malos, somos los que mostramos disconformidad y por ello debemos ser apartados, porque jamás llevaremos razón, el pueblo nunca, ustedes dirigentes, siempre la lleváis.

            La Iglesia está siendo diariamente atacada por quienes desean hundirla, pero ya no solo se le intenta hundir exteriormente, somos nosotros mismos los que la atacamos desde dentro. Y Mons. Rafael, es usted, el que está a la cabeza, y por lo tanto le atribuyo Gran parte de culpa de esta autodestrucción de la Iglesia, no ha hecho otra cosa que desatender y desatender a su pueblo. ¿Dónde está el pastor que busca a su oveja descarriada? Es mejor dejar a la oveja perdida y desatendida, un comportamiento muy óptimo para un padre de la Iglesia. Tendremos más culpa o menos, Mons. Rafael, pero le aseguro que todas nuestras protestas, no han sido para atacar la iglesia de Cristo, aunque ustedes quieran verlo así, han sido protestas contra la injusticias que estáis cometiendo con vuestro pueblo, pero para nada irreverencias a Cristo. Ha sido el espíritu de Cristo el que nos ha guiado y nos guía diariamente en nuestra lucha.

            Somos tu pueblo, somos tus jóvenes Mons. Rafael y nos has desatendido. Pero es el espíritu de Cristo el que nos guía y como Él, nos pondremos delante de la prostituta para impedir que la lapiden, no nos rendiremos. Se lo pido una vez más, denos cita y atiéndanos, los jóvenes tenemos mucho que decir en este tema. Seguiremos luchando, Por Cristo, por su Madre la Virgen Santísima y por la Justicia.

            Mons. Rafael atiéndanos, ya sabe mi número, pero se lo recordaré, 662266720. Por Favor, atienda a su pueblo, esperamos su llamada.

Atte. Pedro Peña García.