La Hermandad del Stmo. Cristo de la Sangre realizaba estación de Penitencia a la Iglesia Mayor desde el año 2.000. El resto de Hermandades se negaba a "subir" hasta allí. Unos porque estaba muy lejos y decían que "volverían solos", otros porque a su máximo dirigente no le daba la gana, otros porque sus cargadores "no aguantarían subir esas cuestas" y la última en llegar porque "pasar por Santiago era más bonito".
Cada vez que se proponía la Estación de Penitencia a la Iglesia Mayor o la Carrera Oficial, tomaban por loco a quien lo proponía y... a otro punto del día.
Tuvieron que venir nuevos sacerdotes para poner las cosas en su sitio, para imponer el sentido común y para "obligar" al resto de las Hermandades de Medina a aquello a lo que en reiteradas ocasiones se habían negado a realizar.
Más vale tarde que nunca.